Solamente contar historias, ficción en esta vida breve de Onetti. Solamente se trata de un sueño. Mi tiempo y el espacio que respiro se han vuelto espesos y pegajosos. Necesito uno de ésos electrodos que dizque curan las enfermedades. Ay Dios mío, y yo quesque tan enamorado. Alabado sea el Big-Bang.
No, a decir verdad, no pasa mucho desde Febrero, el coleccionista de hojas secas esta dormido, enterrado. El corcho sigue flotando en la superficie, a la deriva y el futuro siempre tan groseramente incierto. No se quien carajos se quedó con la casa.
Thursday, September 28, 2006
Septiembre
Solamente contar historias, ficción en esta vida breve de Onetti. Solamente se trata de un sueño. Mi tiempo y el espacio que respiro se han vuelto espesos y pegajosos. Necesito uno de ésos electrodos que dizque curan las enfermedades. Ay Dios mío, y yo quesque tan enamorado. Alabado sea el Big-Bang.
No, a decir verdad, no pasa mucho desde Febrero, el coleccionista de hojas secas esta dormido, enterrado. El corcho sigue flotando en la superficie, a la deriva y el futuro siempre tan groseramente incierto. No se quien carajos se quedó con la casa.
No, a decir verdad, no pasa mucho desde Febrero, el coleccionista de hojas secas esta dormido, enterrado. El corcho sigue flotando en la superficie, a la deriva y el futuro siempre tan groseramente incierto. No se quien carajos se quedó con la casa.
Tuesday, February 07, 2006
Febrero
Se que en este momento alguien esta muriendo, se muere mientras escucha los "sonidos de la naturaleza" en una pequeña grabadora que han puesto al lado de su cama, nadie sabe en realidad si en ése estado incierto en donde nuestros pies seguramente se hunden como la caricia más profunda de Cortázar escucha algo, quiero pensar que si, nunca lo sabré... nada más insensible que la indiferencia con que nos arrolla el tiempo.
Tengo un puñado de sonrisas que regalarte y de tardes de tiempos perezosos que solamente son una promesa en este momento, pero hace un par de días te miré con la luz de la luna sobre espejos de mar, entre piedras que lamentan su inerte existencia, y ruidos de calles vaporosas. Te mire y me siento otro.
Entre los sonidos de la naturaleza de quien se despide del anonimato perenne, de la vida real, vivida discreto y en silencio y tus ojos de cristal de luces mortecinas, vivo, respiro y te siento.
Tengo un puñado de sonrisas que regalarte y de tardes de tiempos perezosos que solamente son una promesa en este momento, pero hace un par de días te miré con la luz de la luna sobre espejos de mar, entre piedras que lamentan su inerte existencia, y ruidos de calles vaporosas. Te mire y me siento otro.
Entre los sonidos de la naturaleza de quien se despide del anonimato perenne, de la vida real, vivida discreto y en silencio y tus ojos de cristal de luces mortecinas, vivo, respiro y te siento.
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