Sunday, July 20, 2008

Contemporizando a Nacho...


Quien fuera el buen Nacho con su calota de resina dental...

Tuesday, July 01, 2008

Vuelo 190.


A propósito del 190 del día de hoy, cuesta arriba, ligero de equipaje y cargado de silencio e incertidumbre y 2880km de estela de humo que por culpa del día lluvioso aquí en México no pude observar, me permití tomarme prestado algo de Sabines. Sea por pasar el rato.

Si sobrevives, si persistes, canta,
sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan : tú no esperes,
éste es el tiempo de vivir, el único.

Jaime Sabines.

Lapidario ,no? Saludos al vecino, que no puede superar que alguien hace ya muchos años le dedicara lo escrito arriba y se aferra a toda la soledad del mundo, que también le han bien deseado...

Monday, June 23, 2008

Reflexiones sobre la telomerasa.



Si despues de todo hay quien mete la mano en el bolsillo de su chaqueta y encuentra un billete y yo saco un guante viejo, habrá que resignarse a este karma existencial de lo irremediablemente otorgado para mi. Habra que pasar mas madrugadas horizontales a la intemperie para no olvidar los efectos de la telomerasa y los carcinógenos del tabaco y la necesidad de vivir deprisa, porque la inminecia de mis fantasmas me sigue el paso -muy de cerca- y corro el riesgo de morir de desatención, que en éstos tiempos resultaría un crimen imperdonable.

Creo que desde niño miro con temor hacia atrás después de doblar una esquina. El problema resulta de la extraña geometría del presente y que me tiene preocupadísimo, como una banqueta acercándose con su grosero color amarillo a mis pies que no saben otra cosa que seguir el mismo paso y que están demasiado acostumbrados al mismo suelo ocre.
Alguien debería escribir sobre tus dulces ojos de agua.

Monday, June 09, 2008

536

Desde este sitio que flota en medio de la nada, desde mis dedos fríos ya sin tus manos, pienso y escribo.

Aquel mediodía que accediste a entrar por la puerta que te comunicaba con otra realidad -la posible o tal vez la imposible debería decir, aunque no quiero creerlo así- veniste a demostrarme lo que podría llegar a ser.

-Te Amo.
-No Te Creo.

Y solos, parados a la orilla del abismo soltaste mi mano, caminaste por ésa puerta
y se me fué la vida.

(Leopoldo Lugones lo dijo mejor que yo)